Litio: la energía omnipresente
Fue descubierto en 1817 por el químico sueco Johan August Arfwedson, pero es en el siglo XXI cuando el litio está demostrando todo su potencial. Hoy en día se conoce y se usa abundantemente en herramientas que son esenciales para la vida moderna, como teléfonos inteligentes, computadoras, automóviles eléctricos o incluso marcapasos, juguetes y relojes. Todos tienen una cosa en común: las baterías de iones de litio, que combinan la compacidad con una alta densidad de energía.
Con su tacto suave y su aspecto plateado brillante, el litio es el metal más ligero y menos denso entre los elementos sólidos. Pertenece al grupo 1 de la tabla periódica, los metales alcalinos, con el símbolo Li, número atómico 3 y masa atómica 7. Al igual que otros metales de este grupo, como el sodio o el potasio, reacciona vigorosamente con el agua, formando hidróxidos.
Aunque se localizó por primera vez en la petalita, también puede encontrarse en otros minerales como la espodumena, la lepidolita y la ambligonita. También se encuentra en depósitos de salmuera, en forma de sales en las aguas de manantiales minerales o combinada en pequeñas cantidades en casi todas las rocas ígneas (o magmáticas).
El hecho de que se descubriera en un mineral, mientras que otros metales alcalinos comunes se encontraran en materiales vegetales, explica para muchos el origen de su nombre, ya que en griego «lithos» significa «piedra».
El resultado de su combinación con otros elementos también es muy importante en diversas aplicaciones prácticas. Cuando se combina, por ejemplo, con aluminio y/o magnesio, permite obtener aleaciones metálicas más fuertes y hacerlas más ligeras, para su uso en blindajes, aviones, cuadros de bicicletas o trenes de alta velocidad.
El alcance social y económico del litio queda claro cuando te das cuenta de que sustenta la energía de la digitalización. Esa es la base de los nuevos materiales. Pero ahora adquiere una dimensión medioambiental completamente nueva cuando demuestra su capacidad para reemplazar los combustibles fósiles en la movilidad, contribuyendo así a los principales objetivos de descarbonización del mundo.
Unos 200 años después del descubrimiento de Arfwedson, el litio se ha vuelto omnipresente en nuestras vidas y en nuestro futuro.
Fuentes: